Has prendido tarde la llama de una vela casi consumida y deteriorada por el paso del tiempo.
Pero tal era tu ansia de conseguir lucidez y calor, que no cesaste en el intento..lo intentabas....lo intentabas.. Dios fue testigo de tu constancia.
y de pronto, el cansancio llega avasallándote y recalcando su presencia ... consiguiendo establecerse en tu alma y convenciéndote de tu limitación.
Frustración o realidad, los límites nos atraen y nos asustan a partes iguales. Es un momento peligroso, un trago difícil y didáctico.
ResponderEliminar