martes, 21 de mayo de 2013

Rugiada

Tu importancia se difumina, lo sientes. Eres lo suficientemente inteligente para ver un poco más allá de tus propios pies. Los detalles lo son todo, pero los tuyos son insuficientes, eres insuficiente. Sí, es una cualificación por debajo de lo mínimo requerido en cuanto a actitud y aptitud.
Equivocarse puede ser cuestión de suerte o de oportunidad un número limitado de veces, lo que viene después es el error, eso que estás cometiendo muy a menudo.
Es muy fácil decir que da igual, que no tiene importancia... tu siempre se la das, al igual que tu apoyo, tu comprensión, tu vida... y no es suficiente.
Si lo piensas bien, aquel árbol que tanto te gusta, o aquel otro que tanto te gustaba hasta que te lo arrebataron de las manos, estaban retorcidos. Sus formas sinuosas te daban confianza y posibilidades, su naturalidad te mostraba simpatía. Y es que era el sufrimiento lo que se reflejaba en su estructura, todo aquello que se marcó en sus ramas debido a grandes traumas y fortalezas, debido a incidentes. 
Quizás algún día crezcas como árbol. 
Quizás algún día luzcas frondoso en la soledad de una gran pradera coloreada con flores. 
Quizás tus raíces encuentren sustento y podrás volver a saborear ese agua que tanto añoras. 
Quizás.

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